Mi idea era haber hecho un arroz blanco y listo, pero aprovechando que estaba de vacaciones, Adán "me sugirió" que me luciera un poco e hiciera un risotto (cosa que no había hecho nunca).
Pero allí vamos, preparé un sofrito con pimiento y cebolla
Como me había sobrado pollo asado del día anterior, estaba claro que el risotto en cuestión, iba a ser de pollo.
Se añade el arroz y se va removiendo
Se añade vino blanco y después poco a poco el caldo de pollo
No añadir más caldo hasta que no se haya ido consumido el que echamos anteriormente.
Al final llega un momento en que ya no te queda otra que remover cono un zulú para que no se agarre
Y listo, antes de que digáis nada, ya sé que parece un poco pastoso, y de hecho lo estaba, pero para mí me salió estupendo
Y de postre frutas, si en casa no se la comen así, ya no comen fruta de ninguna manera
Pelada y cortada, con yogur
¡Qué bueno!
No hay comentarios:
Publicar un comentario