lunes, 22 de agosto de 2011

DÍA 5. GÉNOVA - PISA - GÉNOVA















Y llegamos al día 5, teníamos 3 noches en Génova para así descansar un poco, ¡¿descansar?!...¿qué es eso...?, y más siendo el cumpleaños de Miguel Ángel, ni hablar, nos vamos a celebrarlo a Pisa, eso sí antes de salir y de punto mañana, como no, fuimos a ver el campo de fútbol de Génova, donde juegan el Genoa y la Sampdoria, esto fue fácil pues en la misma puerta del hotel paraba un autobús con parada en el estadio (más o menos), aunque había que bajar un porrón de escaleras, y que claro para volver había que subir...



Esto se ve rápido y más teniendo en cuenta que estaba todo cerrado, incluida la tienda. Así que otra vez al autobús, y a buscar el coche para ir a Pisa, eso si de camino aprovechamos para ver algunas cosas que no habíamos visto la tarde anterior.


Yo siempre había creído que la torre estaba sola, allí plantada y ya está, pero no, está dentro de un conjunto artístico (¡qué bien me ha quedado esto!), el Baptisterio, el Duomo de Pisa, el Campo Santo, y chiringuitos y más chiringuitos de souvenirs...






Para visitar los monumentos se puede sacar un bono conjunto para todo o por partes o solo una sola cosa, nosotros consideramos que con subir a la torre era suficiente y sacamos entrada para la torre, que nos tocó a las 17:40.




Antes de subir a la torre hicimos lo que hace todo el mundo, fotos y más fotos..., ahora la sujeto, ahora me apoyo, ahora le hago cosquillas...


Según rezan las guías, Pisa es algo más que la torre, pues si lo dicen será así pero para nosotros fue torre, torre y más torre.








Hicimos fotos sin conocimiento, porque unas te salen bien otras te salen mal, otras con ráfaga... y otras desde el lado contrario sin torre, con lo que pareces tonta.




Así que después de cienes y cienes de fotos, de haber comido muy bien (que para eso estábamos de cumple) y haber subido a la torre, fuimos a recoger el coche y de vuelta para Génova, donde aun fuimos a tomar algo antes de ir a dormir, pues al día siguiente nos esperaba Milán.


Y todavía nos dio tiempo de ver a la DJ Cocinera (vamos una señora que igual te pinchaba la música que te hacía un bocadillo)

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